Nadie puede prescindir de esas dos moléculas de hidrógeno que junto a la de oxígeno forman el agua, la fórmula de la vida. Sin embargo, no toda agua es potable y aun cuando se la hierva no se eliminan sustancias como el arsénico o el mercurio, que pueden estar presentes. Una alternativa para el consumo humano es el agua purificada que, como indica su nombre, está libre de impurezas.
Actualmente se pueden encontrar diversas formas de purificar y conservar el agua. Con los avances de la ciencia y la tecnología, se han probado métodos cada vez más eficaces que hacen de este un proceso sumamente sencillo.
Uno de esos métodos es la ósmosis inversa, que se obtiene mediante la neutralización de impurezas y la desionización a través de una membrana que actúa como miles de capas de filtración. Según Édgar Ruiz, gerente comercial de Erha Prestige, empresa que comercializa purificadores, esta técnica puede ser considerada como el grado más avanzado de filtración que se ha inventado para tratar el agua. Incluso indica que su ventaja es tal, que el proceso se utiliza en algunos países para convertir el agua de mar en agua desalinizada o apta para el consumo.
El objetivo de la ósmosis inversa es obtener líquido purificado partiendo de un caudal de agua que está relativamente impura o salada.
En su totalidad o casi, a través de este método se eliminan nitratos, pesticidas y herbicidas, bacterias, microbios, virus, amianto, cal, mercurio, plomo y otros metales pesados.
BAJA CONCENTRACIÓN DE MINERALES
Para comprender los beneficios del agua purificada en la salud, hay que comprender cuál es la ventaja de ingerir agua de mineralización más baja. Esta es la más adecuada en general para los ancianos, personas que sufren de cálculos renales, así como para quienes padecen de hipertensión arterial severa o retención de líquidos. También se recomienda para bebés.
En el caso de los adultos mayores, como consecuencia del envejecimiento se altera el funcionamiento de los riñones, por lo que ingerir el agua purificada favorece a lograr una mayor diuresis y por tanto eliminar las sustancias de desecho.
En los bebés, que no tienen totalmente desarrollada la capacidad de filtración renal, es aconsejable el consumo de aguas de débil mineralización para evitar la formación de una orina concentrada.
Beber esta agua favorece a la expulsión de cálculos renales y evita su crecimiento.
Los equipos de ósmosis inversa que se pueden instalar debajo del lavaplatos de la cocina, primero eliminan los sólidos suspendidos como arena, algas, lodo y óxido. Luego se elimina el cloro, el mal sabor, el olor, el color y los productos químicos orgánicos. También se eliminan sólidos disueltos como metales pesados, herbicidas, pesticidas, virus y bacterias.
Erha Prestige. Tlf. 1800 123 321